¡Buenas! Hoy vamos a preparar una receta que tengo pendiente desde hace mucho tiempo: Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla. Es un bizcocho cuya elaboración es muy larga ya que requiere 10 días para que esté listo. Pero ya os digo que merece mucho la pena. Tiene un sabor y una humedad que no tienen otros bizcochos, de ahí su fama. Además, admite innumerables versiones (al final os dejo un par que hice y salieron muy ricas) por lo que no hay excusa para adaptarlo a nuestro gusto.
La tradición dice que debemos hacerlo con una masa madre… ¿qué es eso? un vaso de masa que haya elaborado otra persona y nos lo regala. Que a su vez otra persona le habrá regalado para que siguiera toda la elaboración y sacara vasos para regalar. Son masas madres con varios ciclos a su espalda, por lo que se nota (y mucho) en el sabor. Pero no os preocupéis: podemos elaborarla de 0 nosotros mismos si nadie nos la puede o quiere regalar. Eso sí, el sabor no será tan rico como con una masa madre regalada, por lo menos en 2-3 ciclos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la elaboración: se hace a mano, sin ninguna máquina (más que al acabar el horno) y debemos usar (según la tradición) solamente utensilios de madera. Esto implica que la masa la vamos a dejar durante todo la elaboración fuera de la nevera. ¿Hay algún problema? No, ninguno. Si os fijáis en los ingredientes, no lleva nada que se estropee (el huevo se añade después de separar las masas).
Así que… ¡manos a la obra!
INGREDIENTES
Día 0:
- 1 vaso de harina
- 1 vaso de leche (mejor entera)
- ½ vaso de azúcar
- ½ sobre de levadura química
Día 1:
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de harina
Día 5:
- 2 vaso de leche
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de harina
Día 10:
- 2 vasos de harina
- 1 sobre de levadura
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de aceite (oliva o girasol)
- 1 vaso de leche
- 2 huevos
- 1 manzana troceada
- Ralladura de naranja y limón
- Una pizca de sal
ELABORACIÓN
Día 0 – Miércoles
- Si no tienes la suerte de recibir un vaso de masa
madre, puedes preparar la tuya. Tan solo mezcla
los ingredientes del día 0 con una cuchara de
madera (la tradición es contraria de usar
utensilios metálicos o eléctricos).
- Dejamos 24h la mezcla fuera de la nevera, tapada
con film transparente o un paño y ya podemos
usarla. Recalcar que no estará tan rica como
cuando ya te dan el vasito de masa ya que
está “más curtida”.
- Tendréis que esperar a los 2-3 ciclos para que
esté tan rica como toca
Día 1 – Jueves
- Ponemos en un bol un vaso de masa madre y
añadimos otro igual de azúcar y otro de harina.
NO mezclamos. Dejamos fuera de la nevera tapado.
Día 2 – Viernes
- Mezclamos con una cuchara de madera (lo dicho
la tradición es contraria al uso de varillas
metálicas y mucho más al uso de máquinas
eléctricas). Según lo líquida que sea vuestra
masa madre, puede quedar más o menos espeso.
Desde una masa líquida a una especie de migas
no os preocupéis, no estáis haciendo algo mal si
tiene un aspecto diferente al mío.
Días 3 – 4 (Sábado – Domingo)
NO se toca
Día 5 – Lunes
- Añadimos un vaso de leche, otro de azúcar y uno
de harina (en ese orden). NO mezclamos. Tapamos y
reservamos, siempre fuera de la nevera.
Día 6 – Martes
- Mezclamos con una cuchara de madera
energéticamente, para evitar grumos.
Día 7-8-9 (Miércoles, jueves y viernes)
NO se toca
Día 10 – Sábado
- ¡Por fin! Después de 10 días tenemos nuestra
mezcla lista para hacer un bizcocho. De toda esa
cantidad de masa, salen 4 vasos aproximadamente.
Separamos 3 de ellos.
¿Qué hacemos con ellos?
- La tradición dice que hay que entregarle un vaso
con masa madre a la/s persona/s a las que les
desees suerte y salud. También se puede congelar
si no puedes seguir el ciclo de nuevo en ese
momento pero quieres repetirla en un futuro.
O sino, podemos usarla para hacer dos bizcochos
(o 4) en vez de uno. Tan solo has de ponerle
todos los ingredientes del día 10 a cada vaso que
hemos retirado.
- Ahora, con la masa que queda tras retirar los
tres vasos, hacemos el bizcocho. Ponemos todos
los ingredientes. Yo los puse de golpe y luego
mezclé, que es como se supone que se hace. Si
queréis evitar los grumos, podéis añadir primero
los ingredientes líquidos y luego los sólidos
(tamizando la harina). Aunque si removéis
enérgicamente luego no queda ninguno en el
resultado final.
- Ponemos en un molde engrasado y enharinado y
horneamos a 180ºC durante unos 40 minutos
(comprobadlo pinchándolo con un palito de madera
si sale limpio en el centro es que está listo).