Tarta de almendra con mermelada: Tarta Bakewell

La Tarta Bakewell es un pastel con una base de masa brisa o quebrada, una capa de mermelada (en mi caso, de fresa) y un relleno de almendra, parecido al de un bizcocho pero enriquecido con almendras picadas (también conocido como frangipane) y que, en mi caso, lo cubrí de almendras laminadas.

Realmente es una tarta muy deliciosa y que admite innumerables variaciones. Se puede cubrir de diferentes frutos secos como almendras, cacahuetes o nueces. También se puede usar otros sabores de mermeladas como grosella, manzana o frambuesa. Por ejemplo, hay una variante en la que el frangipane se cubre con una capa de glaseado con sabor a almendra y media cereza confitada.

Lo de llamarse Bakewell biene por su posible origen. No se sabe muy bien, pero se cree que surgió accidentalmente en 1820. La dueña del White Horse Inn (ahora Rutland Arms) le dijo a su cocinero que preparara una tarta de mermelada. Éste, a la hora de hacerla, en vez de poner la mermelada en la mezcla de almendra, untó la mermelada por encima de la pasta brisa. Al hornearse, la pasta de encima quedó con una textura especial y el resultado tuvo tanto éxito que se convirtió en el plato más popular de la posada. Sea o no cierta esa historia (o la que dice que se originó en la zona del mercado del mismo nombre de Bakewell, Derbyshire), esta tarta se ha convertido en algo así como una campaña totalmente exitosa de marketing para el área.

El nombre bakewell tart procede del hecho de que se hornea bien (bake well en ingles).

Veréis que esta tarta tiene un sabor sutil, no muy fuerte. Es muy frecuente que, a las versiones de supermercado, les añadan estractos de almendra para potenciar el sabor. Personalmente, lo veo totalmente innecesario. Creo que una de las gracias de esta tarta es su equilibro en sabor. Un exceso sabor a almendra le da un gusto a mazapán que no pega nada en la tarta y hace que se pierda el sabor de la mermelada.

La más habitual es la de cereza pero, lo dicho, se puede usar cualquier tipo de mermelada. Además, se suele poner siempre glaseado por encima. No lo añadí por gusto personal, para que no resultase muy empalagosa. Pero si os gusta, ponedle, queda muy muy bien.

Ingredientes

- lámina de masa brisa o quebrada
- 100g de mantequilla (sin sal)
- 100g azúcar lustre
- 2 huevos
- 25g harina común
- 100g harina de almendra o almendra molida
- mermelada de fresa o de cereza
- 50g almendras laminadas

Elaboración

1. Precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y
  abajo.
2. En el molde que habremos elegido, ponemos la
  masa quebrada.
3. Cubrimos con papel de aluminio y algo que le dé 
  peso (garbanzos).
4. Horneamos 12 minutos.
5. Quitamos los garbanzos y el aluminio y volvemos 
  a hornear, 5 minutos. Reservamos
6. Ponemos al fuego la mantequilla y derretimos.
7. Incorporamos el azúcar y mezclamos.
8. Apartamos del fuego y agregamos los huevos.
9. Añadimos las harinas tamizadas. Reservamos.
10. Sobre la masa horneada, ponemos un par de 
  cucharadas generosas de mermelada. Repartimos.
11. Sobre ésta, ponemos la mezcla de almendra y 
  repartimos.
12. Encima ponemos las almendras laminadas y 
  horneamos 25-30 minutos.
13. Dejamos enfriar y ¡ya está listo!

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