De lo mejorcito de esta época es, sin dudas, las fresas. Simplemente enteras, bien dulces y a bocados… mmmm ¡¡un verdadero placer!!
Otra forma rica y versátil de consumirla es en mermelada (una Cheesecake con mermelada de fresas -o de arándanos- hace las delicias del más goloso). ¿Y qué hay más rico y sano que lo que uno hace en casa? ¡Nada! (quizá lo que hagan nuestras abuelas en las suyas). Así que no hay excusas para que este placer divino, sencillo, con pocos ingredientes y rico rico salga de los fogones de vuestra cocina.
Ingredientes
♡ Medio kilo de fresas
♡ 250g de azúcar
♡ Zumo de limón
- En el caso de las fresas, sobre todo si están
maduras, basta con poner la mitad de azúcar que
de fresas.
Preparación
- ¡Es muy muy sencillo! Después de limpiar bien las
fresas y quitarles el tallo, las troceamos en
cuartos. Las dejamos en un cuenco con el azúcar y
el zumo de limón durante unas horas para que
maceren bien (movedlas de vez en cuando). Yo las
dejé 6 horas y soltaron mucho líquido (daban ganas
de comérselas tal cual). Ahora llega el momento de
poner las fresas con su jugo al fuego. Es
importante dejarlas a fuego suave e ir moviéndolo
para evitar que se pegue. En el fuego lo dejé unos
20 minutos, pero esto va al gusto según la textura
más o menos líquida que queramos conseguir (tened
en cuenta que, al enfriarse, se solidificará algo)
Otra cosa que se puede hacer es triturarlo. Yo lo
dejo tal cual porque es la textura que me gusta.
- Finalmente, a la hora de conservarlo, es
recomendable guardarlo en frascos de cristal
esterilizados.
¡Y ya está! Ahora a disfrutar de una buena tostada
con mermelada de fresa para desayunar.
Espero que os animéis a prepararlo. Si es así, ¡no dudéis en comentarme el resultado!
¡ Miles de besos de fresa !♥♥♥