Las vacaciones, el calor… ¿verdad que apetece irse a la playita o simplemente echarse un rato a la fresca? después de unos meses de bastante estrés y sin tiempo para nada, ahora solo me apetece descansar, es por eso que por aquí no me estáis viendo un pelo jaja (además que estoy retomando viejas aficiones y quiero probar a hacer algo de ropa, ¿alguién tiene o sigue algún blog de costura? es que en ello estoy bastante pez…
La última vez que encendí el horno para hacer algo dulce fueron los Malibú Piña cupcakes y creo que va a quedarse apagadito todo Agosto… el calor es asfixiante! Así que he preparado varios helados y, sin duda alguna, este es el más delicioso. Está requete bueno. ¿Alguien se acuerda de la tarta de queso de Oreo que subí hace un tiempo? pues es su versión helada.
Es bastante sencillo. Yo siempre hago lo mismo para hacer helado, con una base de medio litro de nata, le añado cosas jajaja sé que hay con huevo y demás, pero me gusta más así y me parece mucho más fácil.
Ingredientes
- 500g de nata para montar o que tenga un
porcentaje de materia grasa mayor al 33%.
- 220g de azúcar avainillado o, en su defecto
azúcar normal y una cdita de esencia de vainilla.
- 1 tarrina de queso crema o tipo Philadelphia.
Son, aproximadamente, 300g.
- Un paquete de galletas Oreo. Si queréis más
podéis poner hasta 2 paquetes sin problema.
Elaboración
1. Previamente, refrigeramos la nata y el queso
crema para que esté bien frío.
2. Semimontamos la nata con el azúcar. A
continuación, incorporamos el queso crema.
Podemos batirlo con la batidora o integrarlo con
una espátula. Cuando no queden grumos, reservamos
en el congelador.
3. Troceamos nuestras galletas. Los tamaños van al
gusto. Podéis tanto machacar finamente o hacer
como yo, en cuartos.
4. Preparamos nuestra heladera (el recipiente ha de
estar frío, por lo menos, 24h en el congelador
-al menos el de Lidl es así-). Con ella encendida
ponemos la mezcla de nata y queso. Cuando esté
casi listo, agregamos las galletas. Lo pasamos a
un recipiente apto para congelador y lo guardamos
allí al menos 2-3 horas antes de consumir (recién
sacado de la heladera está muy cremoso).
5. Sin heladera también se puede hacer, basta con
poner la mezcla en un recipiente alargado y bajito
y llevarlo al congelador. Cada media hora o tres
cuartos, lo sacamos y vamos removiendo (con un
tenedor será suficiente). A la 3-4ª vez, ponemos
las Oreo machacadas. Así hasta que tenga la
consistencia cremosa deseada.
Otra idea con la misma base para hacer otra tarta de queso es ponerle varias cucharadas de vuestra mermelada favorita para la tarta de queso (la mía es la de arándanos) y galletas trituradas de las que uséis para la base (yo uso maría). Es decir, quedaría un helado de queso crema con galletas maría y mermelada de arándanos. Seguro que estaría delicioso.
O podéis ponerle queso Mascarpone en vez de Philadelphia