Brownie azteca (de tres chocolates con chile)

Siglos nos separan de la cultura azteca. En general poco sabemos de su cultura, sus costumbres… Aunque lo que sí es conocido es su amor por el chocolate. Junto con los mayas tiempo antes y los incas fueron los primeros en cultivar el árbol del cacao o Theobroma cacao. El chocolate era considerado el alimento de los Dioses, consumido en ocasiones especiales. Una de esas veces fue cuando llegó Hernán Cortés al que confundieron con Quetzalcóatl, su Dios. Le dieron una bebida a base de cacao, maíz molido, vainilla, pimienta, guindilla y otras especias. Toda una exquisitez para los aztecas. ¿Y cómo la hacía? agarraban las semillas del cacao y las tostaban y trituraban formando una pasta que mezclaban con agua. Calentaban, quitaban la espuman y removían para, finalmente, añadir el resto de ingredientes endulzando con miel. El resultado era dulce pero también picante y amargo. Y es que a ellos hay que agradecerles el chocolate. Algo que en su sociedad solo era para ricos o para los dioses, un auténtico manjar. Tan importante que llegó a ser moneda de cambio. Y ahora lo encuentras en cualquier supermercado. Tenemos tanta cantidad de chocolates (que si puro, con leche, en mousse, con dulce de leche, con frutos secos…) que disfrutarían. O no, igual lo considerarían una aberración. Aunque estoy casi segura de una cosa: con el amor que le ponían debía estar riquísimo. Así que, como hoy es el día del brownie he querido traer una receta para de paso conmemorar mi amor al chocolate… ¡de tres formas! Puro, con leche y blanco. Y para agradecer poder tener tanta variedad de chocolates me he ido muy atrás, a los aztecas que tanto lo apreciaban, para hacer una receta con un toque picante, del chile en polvo y con un dibujo de un pájaro azteca. Dejad volar vuestra imaginación y disfrutad devorando este brownie!