Bizcocho de limón, rico rico

¡Buenas! hoy toca nueva receta. Como veis, es bien sencilla. No os quería complicar mucho la vida, así que nada mejor que un buen bizcocho, bien rico, para amenizar un agradable desayuno ^^ Es de limón, no excesivamente dulce, por lo que resulta ideal para aquellos que el dulce os empalaga. Y queda muy jugoso, por lo que se puede tomar sin mojar.

Desde hace unos días estoy, oficialmente, de vacaciones, así que súper feliz! 😀 porque me voy a poder poner al día de todo, arreglar algunos fallitos del blog y traer nuevas recetas y muchas novedades. Espero que todo lo que os vaya a traer os guste tanto como creo que lo hará. Yo, desde luego, estoy ya trabajando en todo ello al 100%, para que sea lo más perfecto posible :3!

Ingredientes

- 2 huevos
- 220g de azúcar (1 taza: 250ml)
- 1 taza de yogur griego (aproximadamente dos
 yogures normales)
- 75ml de aceite (1/4 taza)
- 3 cucharadas de limoncello (o jugo de limón)
- 275g de harina (2 tazas)
- 1 1/2 cucharaditas de polvo de hornear
- 1/2 cucharaditas de bicarbonato
- 1/4 cucharatida de sal
    GLASA: 1/2 taza de azúcar glass.
   Aproximadamente, 3 cucharadas de zumo de limón
   o limoncello.

Elaboración

1. Precalentamos el horno a 170ºC.
2. En un bol, ponemos los huevos junto al azúcar y
 batimos. A continuación, hacemos lo mismo con el
 limoncello y la ralladura de limón, hasta obtener
 una masa uniforme.
3. Por otro lado, mezclamos los ingredientes
 sólidos y los tamizamos sobre la masa. Mezclamos
 enérgicamente con una espátula hasta homogenizar
 la mezcla.
4. Enmantequillamos y enharinamos un molde.
 Ponemos en él nuestra masa y, a continuación
 horneamos durante 40-45 minutos (hasta que
 pinchemos la zona central con un palito y este
 salga limpio).

¡Y listo! podemos, además, hacer una glasa muy
 sencilla para bañar nuestro bizcocho que consiste
 en mezclar azúcar glass con un poco de zumo de
 limón o limoncello (si no lo van a tomar niños)
 hasta que tenga una consistencia fluida que nos
 permita mojar el bizcocho. Lo dejamos correr por
 su superficie, sin tocarlo, salvo retoques.

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