Después de las vacaciones de verano, volvemos con las propuestas mensuales. Esta es la de Bake the World. Tenía ya ganas de hacer y subir un pan. Y es que este verano estuve en un curso de Ibán Yarza y fue simplemente inspirador. Explica tan bien y sabe tanto que estarías oyéndole hablar de pan horas y horas. Se me hizo cortísimo. Eso sí, de tanta información que nos dio luego estuve varios días procesando, pensando en ello, antes de ponerte a amasar. Tengo ganas de hacerme con su libro. Nos enseñó varias cosas de él y si lo hubiera tenido allí mismo lo habría comprado. Merece muchísimo la pena si os gusta hacer pan. En cuanto al pan polar, he de decir que me ha sorprendido y mucho. Es muy aromático y fácil de hacer. Además, al hacerse en la sartén, es perfecto para hacer en épocas calurosas donde encender el horno es un suplicio. Además de ahorrar energía.
Otro punto a favor de él es que admite infinidad de rellenos. O podemos ponerle lo que queramos por encima. Yo he optado por algo rápido y sano: una crema de salmón ahumado y aguacate. Resulta un bocado fresco, muy agradable y nada pesado.
Pero hay infinidad de rellenos. Se me ocurre abrir el pan como si fuera pan pita y ponerle dentro carne especiada, lechuga y tomate y hacer una especie de primo del kebab. O también podemos rellenarlo de un revuelto con cebollino. Incluso dulce, untando su superficie con una mermelada casera y mantequilla. En fin, cualquier cosa que se nos ocurra.
Os dejo con esta receta y espero que empecéis el lunes llenos de energía. Yo por mi parte me voy a tomar un té y ¡a segui haciendo cosas!
Ingredientes:
▹ 300g de harina de fuerza
▹ 150g de harina de centeno integral y ecológica
de Int-Salim
▹ 1 cdita de semillas de anís verde
▹ 1 cdita de sal fina
▹ 4 cdas de yogur griego natural, sin azúcar
(originalmente lleva crème frâiche)
▹ 2 cdas de miel de Granja San Francisco
▹200ml de agua
▹ 1/2 pastilla de levadura fresca
Preparación:
- En un bol, ponemos los ingredientes sólidos, es
decir, las harinas, las semillas de anís (yo las
he puesto enteras, pero se pueden machacar o
triturar) y la sal. Lo mezclamos.
- A continuación, añadimos el resto de ingredientes
es decir, el yogur, la miel, el agua y la levadura
que se ha de disolver previamente en un poco de
esa agua.
- ¿Hace falta hacer un volcán en el centro de la
harina para poner los ingredientes líquidos? No,
ni siquiera tamizar la harina. Debemos hacer el
volcán si trabajamos directamente sobre la mesa
para que no se caiga el líquido, pero en un bol
no es necesario.
- Con una sola mano (para tener la otra libre)
mezclamos. Mezclar no es amasar. Mezclar es
integrar todos los ingredientes para hacer una
masa con la cual poder trabajar a continuación.
Yo la mezcla la hago en el bol y luego paso la
masa a la mesa donde amaso.
- Para amasar ya vamos a usar las dos manos. Esta
masa es poco hidratada, aunque ahora mismo no
puedo decir el porcentaje porque no tengo la tabla
aquí, pero se nota al trabajarla. Es muy
cohesionada y se pega poco en la mesa. Como veis
en el vídeo, no he enharinado la mesa (y según nos
explicó Ibán hay que evitar hacerlo aunque se
pegue a la mesa y manos) pero tampoco hace falta.
Es tan dura la masa que no he podido hacer el
amasado francés, casi no se estiraba y me la
llevaba detrás, así que he hecho el típico amasado
cuyo nombre no conozco (pero se ve en el vídeo, si
alguien sabe como se llama que me lo diga, por
favor), durante aproximadamente 8 minutos. El
tiempo dependerá de vuestra rapidez, fuerza, la
propia masa… me acuerdo que, durante el curso, con
2 minutos ya estaba listo. Pero claro, la masa no
tenía nada que ver, y esta es bien dura.
- Una vez amasada, la dejamos levar en un bol. No
lo he engrasado ni enharinado, pero si cubierto.
Yo lo he tenido hora y cuarto, pero esto dependerá
de infinidad de factores, desde la temperatura de
la masa y ambiente a humedad, lugar de la casa…
vamos, que un día puede estar media hora y al
siguiente dos horas. ¿Cuándo está listo? Siempre
se ha dicho que, cuando duplique el tamaño, pero
eso es muy complicado de ver ya que no tenemos el
original para comparar, pero es algo que se nota
cuando ves la masa y la tocas y eso, lo da la
experiencia. Siento no poder ser más concreta,
pero es muy difícil de describir. Ni el propio
Ibán encontraba las palabras exactas para
describir ese momento.
- Ahora, hacemos una bola con nuestra masa y la
dividimos en ocho porciones. Agarramos cada una y
la estiramos sobre una superficie enharinada
hasta dejarla plana. A continuación, con un
tenedor, la marcamos creando una cuadrícula para
evitar que crezca.
- Calentamos una sartén a fuego medio y, cuando
esté ya lista, ponemos cada trozo de pan, por cada
lado, hasta que se dore a nuestro gusto. La sartén
ha de estar sin aceite.