Empanadillas de espinacas

Sigo con mi propósito de traer más recetas saladas ricas y sencillas. Si os soy sincera, mis favoritas siempre han sido las de pisto. Las de espinacas siempre me dejaban indiferentes, no me sabían ricas, pero yo creo que es por algo: los ingredientes.

Cuando unas espinacas son malas, el resultado va a ser malo. No digo que unas espinacas congeladas no puedan estar buenas, pero cuando la principal protagonista es esta verdura, lo mejor es ponerla fresca. Y mejor aun si la compramos a un agricultor local, ahorrándonos los máximos intermediarios posibles, con lo cual nos aseguramos las mejores verduras. Nosotros en casa compramos las verduras a través de una conocida directamente a los agricultores, pero también hay cooperativas (con precios muy competitivos). Puede parecer más lioso pero el resultado nada tiene que ver con la mayoría de verduras que venden en los supermercados. Y con perdón para quien le guste, pero muchas veces no saben a nada (bonitas pero no saben a nada y a los dos días se ponen negras!).

En fin, os recomiendo comprar local, no solo por la calidad, sino para fomentar el empleo y cuidar el medio ambiente. ¡Vuestro paladar os lo agradecerá! Sino mirad las empanadillas. La mezcla de espinacas con ajitos tiernos le da un sabor buenísimo.

Ingredientes

♥ Espinaca
♥ Aceite de oliva
♥ Ajitos tiernos
♥ Sal y pimienta
♥ Piñones
♥ Huevo
♥ Masas de las grandes de las que son ligeramente
 hojaldradas
Elaboración

- Muy sencillo. Ponemos a hervir las espinacas en
 agua hirviendo con sal y aceite hasta que 
tiernas. Escurrimos muy muy bien.
- Con aceite de oliva virgen extra, sofreímos los
 ajitos tiernos y ponemos las espinacas. Rehogamos
 y hacemos al gusto (tiene que quedar totalmente
 hecho, en el horno se hará solo la base). Ponemos
 sal y pimienta.
- Por otro lado, tostamos unos piñones y cocemos
 un huevo. Picamos el huevo.
- Pasamos a un bol las espinacas, los piñones
 tostados y el huevo picado. Mezclamos y
 reservamos. Tiene que quedar totalmente frío, esa
 es la clave.
- Ponemos las masas en una superficie plana y
 ponemos una cucharada de relleno. Cerramos (con
 un poco de agua y un tenedor luego no se nos
 despegarán). Yo he usado masas de las grandes de
 las que son ligeramente hojaldradas.
- Pintamos con un huevo. Si queremos que queden
 totalmente brillantes y doradas podemos usar
 solamente la yema.
- Metemos en el horno precalentado a 180ºC (con
 ventilador) durante 20-30 minutos, hasta que estén
 hechas.

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